Ya estoy preparado para adquirir el nuevo iPad. Ayer hice entrega de
mi antiguo iPad (supongo que el de este año al llamarse "nuevo" iPad, todos los anteriores se pasarán a llamar "antiguos" iPad). Este iPad era un iPad 2 de 16 GB y con 3G. Le echaré de menos... (sniff!)
He de reconocer que desde que adquirí el antiguo iPad, utilizan a muchísimo menos el ordenador de sobremesa. He llegado a pasarme semanas sin encenderlo. La
inmediatez de la utilización del iPad, (levantar la tapa de la funda y tenerlo preparado para navegar por internet, leer los emails, twittear, facebookear, etc.) hacía que fuera realmente tedioso esperar a que encendiera el ordenador (aunque sólo fuera un minuto). Por otra parte, la
movilidad (ver twitter mientras veías la televisión, o ir andando por la casa mientras leías los email, etc.) suponía un encarcelamiento difícil de soportar el tener que estar en una habitación determinada, sentado en una silla determinada, delante del ordenador.
Pero la revolución ha sido en
mi trabajo. Sin ir más lejos, el viernes pasado, en la visita a un cliente saqué el iPad, y delante de él modifiqué una propuesta e inmediatamente se la envié por email desde el propio iPad. También la
sincronización con iCloud, con la que tener el calendario, los contactos, los recordatorios, fotos, documentos... tanto en el iPhone, como en el Mac Book Pro, como en el iPad, me ha facilitado la vida laboral notablemente.
Pero
cambiaré de modelo de iPad. Mi nuevo iPad será sólo Wifi (con el tethering del iPhone tendré conexión) y de 32 GB, ya que la pantalla retina provocará que las aplicaciones serán más pesadas, por lo que probablemente un modelo de 16 GB se me quedará corto probablemente.
En España empieza a comercializarse el nuevo iPad el día
23 de marzo, es decir, el próximo viernes. Y hasta que lo tenga otra vez, tendré que hacer las cosas que solía hacer de forma simple, un poco más complicadas...
Saludos,
Raúl.